EDAD:
Público abierto: familiar (3 años +)
Campaña escolar: 3 a 12 años
DURACIÓN:
50 minutos
CUENTOS BLANCOS
Es un espectáculo de mediano
formato alegre, poético y musical
que nos evoca la magia
del invierno y la NAVIDAD.
Un virtuoso acordeonista toca
canciones del folclor infantil
Mientras la niña Olivia nos sumergirá
con gran imaginación, en 3 cuentos
con hadas, marinos, animales que hablan…
La sal, la luna, la nieve.
Un viaje por las músicas
y bellos relatos del mundo.
GUIÓN: Natalia Wirton y cuentos tradicionales
DRAMATURGIA Y ADAPTACIÓN: Natalia Wirton
DIRECCIÓN: Natalia Wirton
MUSICA: Música Tradicional al acordeón
ACTRIZ: Ana Petite / Natalia Wirton
ACORDEONISTA: Conchi Hernández / Victor Vigo
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO: Natalia Wirton
REALIZACIÓN DE ESCENOGRAFÍA: Meg
REALIZACIÓN VESTUARIO Y TÍTERES: Natalia Wirton
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Germán Gonzalo
TÉCNICO DE ILUMINACIÓN/SONIDO: Pablo Rozas
DISEÑO GRÁFICO: Angela Vizcaíno
FOTOGRAFÍA: Gerardo Sanz
GRABACIÓN: Vicente Coria
PRODUCCIÓN: CALAMAR TEATRO
ESTRENO: 26 febrero 2007 festival FETEN Gijón España
PÚBLICO: Familiar
CAMPAÑA ESCOLAR: Niñ@s de 3 a 8 años
AFORO RECOMENDADO: 250
IDIOMAS: español / catalán
DURACIÓN: 45 minutos
MONTAJE: 4 horas. DESMONTAJE: 1 hora
ESPACIO ESCÉNICO: 6mx4m3m de alto
Disposición del escenario: anfiteatro y a la italiana
Cámara Negra
EQUIPO DE ILUMINACIÓN:
Potencia mínima necesaria: 10 KW
Tipo: 320 – 280
13 PC, 1000W
5 RECORTES 36º, 1000W
4 PARES CP 62 Nº 5, 1000W
2 FRESNEL, 1000W
Nº Varas: 3
Es posible adaptación al equipo técnico
de la sala o aportar nuestro equipo si fuera necesario
SONIDO:
Potencia mínima necesaria: 500W
2 CAJAS ACÚSTICAS: PA
1 MESA DE SONIDO
2 Micrófonos inalámbricos.
PERSONAL: 1 técnico de iluminación
EDAD:
Público abierto: familiar (3 años +)
Campaña escolar: 3 a 12 años
DURACIÓN:
50 minutos
CRITICA TEATRAL: Carlos Toquero.
EL MUNDO DE VALLADOLID: Domingo 11 de marzo 2007
USAR SIEMPRE LA IMAGINACIÓN
La compañía vallisoletana Calamar teatro, que ya fue premiada en FETEN 2002 por su espectáculo para niños Titirifauna, vuelve a la carga con un nuevo trabajo para pequeños espectadores de tres a seis años, basado en cuentos tradicionales de Europa Central, Rusia y Asia, titulado Cuentos Blancos.
No es un espectáculo impactante, sino sorprendentemente sencillo. No hay grandes despliegues de medios, todo lo contrario: una pantalla de metal, almohadones de diversos tamaños, unas cuantas maderas y un par de muñecas de trapo, resultan suficiente para una atmósfera mágica envuelva a niños desde el principio al final de la función, hasta el punto de que éstos salen a la calle tarareando el ruido que hace el molinillo, protagonista principal de El origen de la Sal en el mar, soberbia historia de raíz asiática.
Calamar Teatro pone de manifiesto en CUENTOS BLANCOS que dos son las cosas necesarias para que tenga lugar el hecho teatral: el actor y el espectador. Todo lo demás son añadidos que pueden realzar, pero también hacer terriblemente pretenciosa la festiva ceremonia teatral.
Ya desde la primera historia, A qué sabe la luna, de origen polaco, Natalia Wirton solicita a los niños su ayuda, los cuales se prestan solícitos a dársela pues se trata de poner en funcionamiento la imaginación, un don muy especial de la niñez, desarrollado quizá para protegerse del mundo que les rodea, pero que la sociedad actual está intentando menguar con un exceso de parafernalia. Almohadones de diferentes tamaños con la tortuga, el elefante, la cebra, la jirafa y el ratón, quienes unidos consiguen alcanzar la luna. Y los espectadores, no la actriz, se encargarán al final de identificar cada almohadón con el animal correspondiente. Maravilloso cuento didáctico que pone de manifiesto la necesidad de colaboración entre los hombres.
Hay una sencilla pero eficaz dramaturgia que gira alrededor de la niña Olivia, quien es capaz de leer las cartas de su tía escritas con tinta blanca en un papel blanco. De nuevo la imaginación al poder.
La historia de La dama de la nieve, está enriquecida con distintos objetos que Wirton maneja sabiamente como las dos muñecas de trapo que con un simple giro se transforman en personajes distintos. Estos sencillos cuentos que cobran vida gracias a las acciones, gesto y voz de Natalia wirton, se potenciaron con las notas musicales que Conchi Hernández a su acordeón.